Desnuda de vida.
Despojada…
Con los brazos abiertos
en una infinita plegaria.
Quedó
en sumisión
Dispuesta a morir de Amor…
La amada.
En la punta del muelle
mirando lontananza,
ve los ojos… esos ojos!
sobre un horizonte azul
perderse en el agua.
Los brazos suplicantes
bañados en lágrimas,
estiran el último intento
del alma…
Por recobrar su amor,
volverá la mirada.
¡Suplicio!
-¡No me deje sola
En esta desierta playa!
Justicia de Dios
Dejarle la nada.
Implora perdón
Y entrega la espada…
Tallada carne con sangre
al final de su
espalda.
Su piel envejece
esperando aquella palma.
Quiere alcanzarlo…
Pero poco a poco
se alejan sus alas.
-Qué más para darle…?
¡Siente que no es digna
de lo que Él
esperaba!
Mas no renuncia y
jamás retrocede.
Cadenas gruesas
atan sus almas.
-¡Llegaré a Ti, mi Señor…
arrodillada..!
El mar prolongará el muelle.
Bajamar y esperanza.
Llegará hasta Él, hoy,
su gran Amor,
caminando la sal
de las frías aguas.
Entregará lo que queda:
Su vida…
Y también su alma!
Mas si esto es poco
para pagar la falta,
el repudio aceptará…
También
las llamas.
El viento del desierto
Borrará con picante arena,
sus últimas huellas
marcadas.
El final será su principio…
Y el principio
su morada.
Lila Lahitte (LAYLA)